Según jóvenes que se encontraban en el local, antes del evento ya se advirtió la presencia de policía secreta en la acera frente al local. Los agentes de civil, armados con pistolas y porras extensibles, comenzaron su provocación haciendo fotos de la entrada al local y de las personas que estaban fuera. Sin motivo aparente y tras la llegada progresiva de un centenar de policías antidisturbios de refuerzo, estos agentes de incógnito intentaron entrar en el local sin previo aviso, sin mostrar una orden de registro y de forma violenta. Los jóvenes cerraron la puerta y permanecieron dentro más de una hora sin ser informados de los motivos o de la base legal de la medida policial. Tras este acoso, la policía consiguió hacerse con una orden de registro facilitada por un juez de guardia. Mientras tanto varios peatones, vecinos y simpatizantes se reunieron en la calle para protestar contra la injusta actuación policial.
Pasadas las 21 horas, los jóvenes abandonaban el local sin resistencia. Tras ser identificados y cacheados exhaustivamente, fueron retenidos en un cordón policial junto a la entrada del local durante más de 2 horas. Tras el asalto policial, cuyo supuesto objetivo era localizar a una persona que habría dañado un coche patrulla, todos los retenidos fueron puestos en libertad sin lamentar la detención o traslado a dependencias policiales de ninguno de los jóvenes activistas o de los que protestaban en la calle.
A pesar de la improcente y desmesurada actuación policial las más de 200 personas que se fueron congregando en torno al numero 54 de la Friedelstrasse procedieron a lanzar proclamas y gritos en clave de humor. Un vecino sacó su equipo musical al balcón para amenizar el rato con música y canciones de protesta.
Berlín es una ciudad con gran cantidad de diferentes grupos sociales, asociaciones y colectivos políticos. Todos ellos constituyen una gran red de estructuras organizativas que luchan por distintos derechos, que a pesar de estar reconocidos, son reprimidos por el Estado de forma sistemática. En España se están poniendo en práctica actuaciones policiales claramente represivas contra la gente que protesta en la calle o intenta defender sus derechos más fundamentales.
Estas prácticas represivas son frecuentes en Alemania, sobre todo contra organizaciones de lo que algunos medios califican de extrema izquierda o “izquierda radical”. Por ejemplo, acorralar a manifestantes, retenerlos y obligarles a hacerse fotos con capuchas puestas, bufandas tapando el rostro y máscaras es una práctica policial vejatoria que en Berlín no es ninguna novedad. Da miedo ver cómo en el gobierno español imita o trata de implantar las formas represivas que emplea el gobierno alemán para acallar a quienes reivindican las libertades más fundamentales y un sistema realmente democrático, en el que el pueblo de verdad pueda ejercer libremente en la vida política.
Enlaces a otros medios que se han hecho eco de la nocticia:
TAZ
Indymedia
BILD
